martes, 31 de agosto de 2010

LITERATURA / BIOGRAFÍAS / Octavio Paz

___________________________________________________________________
  

LITERATURA
BIOGRAFÍAS
PAÍS: MÉXICO

___________________________________________________________________

OCTAVIO PAZ


Poeta, ensayista, periodista, e intelectual mexicano, siempre en el centro de la discusión artística, política y social de su país. Escritor fecundo. Premio Nobel de Literatura en 1990.

Nació en 1914 en la ciudad de México, cuando la que ahora es una megalópolis de más de 21 millones de habitantes, en esos años, no llegaba a un millón.
Fue hijo de madre española y padre mexicano, quien influyó desde temprana edad, junto a su abuelo Irineo Paz, en su vocación literaria. 
 
Sus primeros poemas fueron publicados en el diario El Nacional cuando tenía 17 años. Estudió en las facultades de Leyes y Filosofía y Letras de la Universidad Nacional. En el año 1937, viajó a España para apoyar al gobierno republicano en la guerra civil, y para unirse a la alianza de escritores antifascistas. 


Cuando regresa a  México inicia una intensa actividad cultural traducida en la fundación de las revistas Taller (1939) y El Hijo Pródigo (1943) y en la creación de grupos artísticos y teatrales. En 1945, concluida la Segunda Guerra Mundial, recibió una beca de la fundación Guggenheim. En 1946 viaja a París en donde permance hasta 1951. Allí conoce a André Breton y se hace amigo de Albert Camus y otros intelectuales europeos e hispanoamericanos.

Años cincuentas y sesentas (50 - 60)

Durante la década de los años 50 publica tres importantes libros: "Libertad bajo palabra" (1949), considerado por el propio Paz su "verdadero primer libro"; "El laberinto de la soledad" (1950), retrato de la sociedad mexicana; y el libro de prosa de influencia surrealista "Aguila o sol" (1951). En 1956, le es concedida una beca para escribir un ensayo sobre la experiencia y la revelación poéticas, titulado más tarde "El arco y la lira". 


Estuvo casado con la escritora de novelas, cuentos, y obras de teatro, Elena Garro (entre 1938 y 1959), con quien tuvo una hija: Helena Paz Garro. Luego se unió con Bona Tibertelli, con quien convivió hasta 1965. Ese año contrajo matrimonio con María Jose Tramini, su compañera hasta la muerte, ocurrida a los 84 años de edad, el día 19 de abril de 1998.


De 1962 a 1968 fue embajador en la India, cargo al cual renunció en protesta por la represión sangrienta que sufrieron los estudiantes en Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, en la que fueron masacrados más de 300 jóvenes mexicanos que protestaban contra el gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz.

Años setentas y ochentas (70 - 80)  

En 1970, viaja a Inglaterra, donde es profesor invitado de la Universidad de Cambridge. Por entonces publica su ensayo Posdata (1970), que contiene su revisión del fatídico año 1968 mexicano a través de "Olimpiada y Tlatelolco" y "Crítica de la pirámide", y los libros de poesía "Topoemas" (1971) y "Renga" (1972). 

Nuevamente en  México, funda con otros intelectuales las revistas Plural (1971-1976), y más tarde, Vuelta (1976-1998), importantes revistas que influyeron notablemente en la vida literaria, artística y social de México y Latinoamérica.


En la década de los 70 también escribe el libro de ensayo "El signo y el garabato" (1973), y el volumen donde recoge sus traducciones de poemas del inglés, francés, portugués, sueco, chino y japonés: "Versiones y diversiones" (1974), y en 1978 publica "El ogro filantrópico".


En los años 80 destaca el estudio sobre "Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe" (1982), y el libro "Hombres en su siglo y otros ensayos" (1984). En 1987 aparece "Árbol adentro", último libro de poemas publicado en vida del autor, y en 1988, la recopilación de los escritos en prosa de 1931 a1943: "Primeras letras", y el compendio de su poesía reunida: "Obra poética (1935-1988)",  editada en 1988.

Poeta, ensayista y político

Al inicio de su vida política, Paz mostró solidaridad con la izquierda y el partido comunista, pero, como confesó en la serie televisiva Conversaciones con Octavio Paz, el enterarse del asesinato de uno de sus camaradas cometido por el propio partido, y al saber de la existencia, en la Unión Soviética, de campos de tortura y exterminio similares a los de Hitler,
se desilusionó del movimiento de izquierdas al que pertenecía y publicó en 1954 su visión crítica sobre Stalin, denunciando en las revistas Plural y Vuelta, las violaciones a los derechos humanos en los regímenes comunistas. Esto le trajo enemistad de algunos sectores prosoviéticos de la izquierda mexicana y también de algunos países latinoamericanos.

Octavio Paz fue un revolucionario, tanto en el contexto político como en el literario. En este campo, desde muy temprano abandonó las escuelas poéticas tradicionales para lanzarse a la modernidad. Su poesía pretende "liberar a la palabra de reglas o propósitos utilitarios" para devolverle su esencia musical, haciendo uso de un ritmo interno y sutil (como lo aconsejaba a sus dicípulos y lo menciona en su magnífico ensayo sobre la poesía: El arco y la lira ), prefiriéndolo a la métrica y la rima que utilizaron los poetas de generaciones anteriores.


En sus ensayos fue prolífico; escribió sobre una gran variedad de temas, especialmente los antropológicos referidos a la mexicanidad, como lo hace en su famoso libro "Laberinto de la soledad"; pero también escribió ensayos sobre el amor, la poesía, el erotismo, lo religioso y la metafísica.


Paz recibió numerosas distinciones; entre otras, el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Harvard en 1980, el premio de Cervantes en 1981 y el premio “American Neustadt Prize” en 1982. Y como gran reconocimiento a su obra, en el año 1990 le fue otorgado el Premio Nobel de Literatura, que lo consagró a nivel mundial, como uno de los más grandes escritores del siglo XX.

Su obra:

Conforman su obra poética los siguientes libros: Luna silvestre (1933); Bajo tu clara sombra y otros poemas sobre España (1937); Entre la piedra y la flor (1941); Libertad bajo palabra (1949); Águila o sol (1951); Semillas para un himno (1954); La estación violenta (1958); Salamandra (1962); Ladera este (1969); Topoemas (1971); Renga (1972); Pasado en claro (1975); Vuelta (1976); Poemas (1979) y Árbol de adentro (1987).


Su producción en prosa (ensayo y narrativa), abarca las siguientes obras: El laberinto de la soledad (1950); El arco y la lira (1959); Cuadrivio (1965); Claude Lévi-Strauss o el nuevo festín de Esopo (1967); Conjunciones y disyunciones (1969); El mono gramático (1974); Los hijos del limo (1974); El ogro filantrópico (1979); Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe (1982); Tiempo nublado (1983) y Hombres de su siglo (1984). 


_________________________________________________


EL ARCO Y LA LIRA

(Fragmento del primer capítulo)

Poesía y Poema


La poesía es conocimiento, salvación, poder, abandono. Operación capaz de cambiar al mundo, la actividad poética es revolucionaria por naturaleza; ejercicio espiritual, es un método de liberación interior. La poesía revela este mundo; crea otro. Pan de los elegidos; alimento maldito. Aisla; une. Invitación al viaje; regreso a la tierra natal. Inspiración, respiración, ejercicio muscular. Plegaria al vacío, diálogo con la ausencia: el tedio, la angustia y la desesperación la alimentan. Oración, letanía, epifanía, presencia. Exorcismo, conjuro, magia. Sublimación, compensación, condensación del inconsciente. Expresión histórica de razas, naciones, clases.

Niega a la historia: en su seno se resuelven todos los conflictos objetivos y el hombre adquiere al fin conciencia de ser algo más que tránsito. Experiencia, sentimiento, emoción, intuición, pensamiento no dirigido. Hija del azar; fruto del cálculo. Arte de hablar en una forma superior; lenguaje primitivo.

Obediencia a las reglas; creación de otras. Imitación de los antiguos, copia de lo real, copia de una copia de la idea. Locura, éxtasis, logos. Regreso a la infancia, coito, nostalgia del paraíso, del infierno, del limbo. Juego, trabajo, actividad ascética. Confesión. Experiencia innata. Visión, música, símbolo. Analogía: el poema es un caracol en donde resuena la música del mundo y metros y rimas no son sino correspondencias, ecos, de la armonía universal. Enseñanza, moral, ejemplo, revelación, danza, diálogo, monólogo. Voz del pueblo, lengua de los escogidos, palabra del solitario. Pura e impura, sagrada y maldita, popular y minoritaria, colectiva y personal, desnuda y vestida, hablada, pintada, escrita, ostenta todos los rostros pero hay quien afirma que no posee ninguno: el poema es una careta que oculta el vacío, ¡prueba hermosa de la superflua grandeza de toda obra humana!

¿Cómo no reconocer en cada una de estas fórmulas al poeta que la justifica y que al encarnarla le da vida? Expresiones de algo vivido y padecido, no tenemos más remedio que adherirnos a ellas, condenados a abandonar la primera por la segunda y a ésta por la siguiente. Su misma autenticidad muestra que la experiencia que justifica a cada uno de estos conceptos, los trasciende. Habrá, pues, que interrogar á los testimonios directos de la experiencia poética. La unidad de la poesía no puede ser asida sino a través del trato desnudo con el poema.

Al preguntarle al poema por el ser de la poesía, ¿no confundimos arbitrariamente poesía y poema? Ya Aristóteles decía que «nada hay de común, excepto la métrica, entre Hornero y Empédocles; y por esto con justicia se llama poeta al primero y fisiólogo al segundo». Y así es: no todo poema —o para ser exactos: no toda obra construida bajo las leyes del metro— contiene poesía. Pero esas obras métricas ¿Son verdaderos poemas o artefactos artísticos, didácticos o retóricos? Un soneto no es un poema, sino una forma literaria, excepto cuando ese mecanismo retórico —estrofas, metros y rimas— ha sido tocado por la poesía.

Hay máquinas de rimar pero no de poetizar. Por otra parte, hay poesía sin poemas; paisajes, personas y hechos suelen ser poéticos: son poesía sin ser poemas. Pues bien, cuando la poesía se da como una condensación del azar o es una cristalización de poderes y circunstancias ajenos a la voluntad creadora del poeta, nos enfrentamos a lo poético. Cuando —pasivo o activo, despierto o sonámbulo— el poeta es el hilo conductor y transformador de la corriente poética, estamos en presencia de algo radicalmente distinto: una obra. Un poema es una obra. La poesía se polariza, se congrega y aisla en un producto humano: cuadro, canción, tragedia. Lo poético es poesía en estado amorfo; el poema es creación, poesía erguida. Sólo en el poema la poesía se aisla y revela plenamente.

__________________________________________________________________________


Poemas de Octavio Paz


La Calle

Es una calle larga y silenciosa.
Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y me levanto y piso con pies ciegos
las piedras mudas y las hojas secas
y alguien detrás de mí también las pisa:
si me detengo, se detiene;
si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.

Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas y vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue,
donde yo sigo a un hombre que tropieza
y se levanta y dice al verme: nadie.


Niña

Y el árbol crece, lento y pleno,
anegando los aires,
verde deslumbramiento,
hasta volvernos verde la mirada.

Nombras el cielo, niña.
Y el cielo azul, la nube blanca,
la luz de la mañana,
se meten en el pecho
hasta volverlo cielo y transparencia.

Nombras el agua, niña.
Y el agua brota, no sé dónde,
baña la tierra negra,
reverdece la flor, brilla en las hojas
y en húmedos vapores nos convierte.

No dices nada, niña.
Y nace del silencio
la vida en una ola
de música amarilla;
su dorada marea
nos alza a plenitudes,
nos vuelve a ser nosotros, extraviados.

¡Niña que me levanta y resucita!
¡Ola sin fin, sin límites, eterna!


Otoño

En llamas, en otoños incendiados,
arde a veces mi corazón,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta!

Busco unas manos,
una presencia, un cuerpo,
lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son, un giro, un ala apenas;
busco dentro mí,
huesos, violines intocados,
vértebras delicadas y sombrías,
labios que sueñan labios,
manos que sueñan pájaros...

Y algo que no se sabe y dice «nunca»
cae del cielo,
de ti, mi Dios y mi adversario.


____________________________________________________________


Para ver más enlaces, hacer click en:




____________________________________________________